De un tiempo a esta parte, las empresas van asumiendo como una función imprescindible el servicio definido como SEO (Search Engine Optimization), dentro de su estrategia en Internet como canal de ventas importante de sus productos y/o servicios.
De hecho, resulta ya esencial establecer objetivos cuantitativos en lo comercial y estamos aprendiendo a introducir este tipo de asistencia, desde el primer momento en el que nos planteamos mejorar el rendimiento de la presencia web de la empresa.
Hasta ahora el camino a seguir pasaba por el diseño, la usabilidad y el desarrollo de nuestra solución web, después nos dábamos cuenta que, al no considerar las reglas del juego de posicionamiento en buscadores como Google o YouTube, nuestra empresa en lo virtual no solía aparecer hasta más allá de la quinta página, y que los efectos positivos de estar en la red brillaban por su ausencia.
Era en este momento cuando aparecían sobre la mesa, “palabros” tales como el SEO y el SEM y nos interesábamos por ello y descubríamos que sin una estrategia de posicionamiento en buscadores no íbamos a poder competir como pensábamos. Y así lográbamos contactar con consultores profesionales de este ámbito de actuación que, lo primero que hacían, era una auditoría de nuestro portal y/o sitio web y que, antes de iniciar un viaje conjunto con aquel asesor con destino a las primeras posiciones de las golosas primeras páginas de Google, requería de ajustes y mejoras por parte del equipo de desarrollo de nuestra plataforma web.
Hoy ya lo sabemos, y por eso ubicamos el servicio de posicionamiento (en su estrategia y diseño) ANTES de los trabajos de creatividad, usabilidad y desarrollo; de forma que se constituya un equipo de proyecto entre los dos proveedores: el de marketing web y el de producción web. Personalmente abogo por la especialización y mi confianza es baja cuando “se hace de todo”.
Sin embargo, en el horizonte se vislumbra ya la sombra de un nuevo jinete, que viene a galope tendido para unirse al grupo de caballería que te llevará en pos de mayores resultados para tu negocio a través de internet. Ojalá que esta vez tengamos su lugar dispuesto y no tenga que hacerse sitio por derecho propio.
Se trata del SMO (Social Media Optimization) y seguro que, con esta denominación, ya nos imaginamos a que nos referimos. Pues si, ni más ni menos. Con el despegue tan inusitado que ha tenido el fenómeno de las Redes Sociales en sus dos vertientes principales: Personas y Negocios, no hay que ser Julio Verne ni Leonardo Da Vinci para presumir que más pronto que tarde, será, incluso, más importante nuestro posicionamiento en Facebook, LinkedIn o Tweeter que en Google.
La tendencia natural del servicio procede de la consultoría de marketing on-line, lo que no significa que necesariamente el experto en SEO lo sea de SMO. Así que ya sabe, si se encuentra entre los que tímidamente ha iniciado a su empresa en Facebook o Linkedin, sepa que está en el buen camino, que de ahí va a obtener sus clientes en el futuro próximo y que estar ahí implica también cambios en su planteamiento web actual, por lo que más vale antes que después... aprendamos de la experiencia.
Si se quiere aprender algo sobre SMO el libro Inbound Marketing escrito por Brian Halligan y Dharmesh Shah de HubSpot puede ser muy útil.
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