jueves, 5 de mayo de 2011

Mejorando somos increíbles



Si nos pusiéramos a pensar, por un momento, en tecnologías web 2.0 y en todo lo que solemos incluir bajo el concepto de Social Media, es muy posible que obtengamos una profusión de elementos en forma de aplicaciones y herramientas. Algunos, como Brian Solis, hicieron la intentona de estructurarlas y organizarlas, (en su recientemente renovada Conversation Prism ) pero, aunque el esfuerzo le fue recompensado con creces a Brian, no podemos por menos que concluir, que cualquier agrupación al respecto está producida a partir de criterios particulares y de enfoques específicos.


Sin embargo, si nos vamos a la esencia, si observamos de forma purista el proceso lógico de cada uno de ellos, y son muchos, podemos aislar algunos modelos concretos, tal como este: alguien escribe algo, y los que lo leen pueden, si lo desean, escribir algo sobre ello a continuación, y así sucesivamente. Es la conversación.
El origen de todo esto: el chat. Si por chat recogemos el concepto de mensajería instantánea IM, nos vamos a un par de décadas antes de Internet, porque a mediados de los 60‘s ya se producían en local, y en los 70‘s vía protocolos P2P o vía servidor tipo IRC.  Y ya en los 80‘s Compuserve (CB Simulator), Commodore (OLM - Online Messages) y America Online (AOL Instant Message) actuaron como precursores de esta tecnología.
El chat como modo de conversación en línea, tu escribes algo a alguien y este te responde, quedando la cadena de textos que se intercambian en modo secuencia. Esto es de aplicación, a cualquier tipo de chat, de los más antiguos a los más modernos.

¿Y que si hablamos de un foro? Alguien crea un tema de debate, escribe su texto y a continuación aquellos que lo deseen pueden responder, añadir, puntualizar, etc. La única diferencia con el chat es la temporalidad de lo que se escribe. Aunque esto es relativo, ya que en servicios como Skype uno puede acceder al histórico de chats mantenidos con otro usuario.
¿Y que es realmente un blog? Tres cuartos de lo mismo. Alguien escribe algo, normalmente más extenso, y a continuación aquellos que lo deseen pueden comentar, inquirir, etc.

¿Y que si hablamos de microblogging? Pues lo mismo que todo lo anterior, solo que en este caso tienes restringido el número de caracteres a la hora de escribir. P.e. Twitter.
Todo esto es una obviedad, naturalmente, ya que el pilar fundamental de todas estas herramientas, es la comunicación, aquel modelo de base de partida en secuencia: emisor-mensaje-receptor, y la aplicación, en cada caso, del concepto de interactividad. Ya que, para el resto, siempre nos quedará el email.
En esto, como en casi todo, son las prestaciones las que nos dejan marcar diferencias, sin duda. Somos unos cracks mejorando las cosas, y no digamos copiando, los chinos lo suelen hacer muy bien, pero quizás no somos tan buenos creando procesos o sistemas completamente nuevos e innovadores, o si.
Hay que salvar del concepto de mejora continua sobre el chat a la Wiki, como innovación creativa en el ámbito 2.0 y, en su conjunto, a los elementos que ofrecen funcionalidades de trabajo en grupo.
En otra agrupación por proceso tenemos, casi tan antiguo como la conversación en red, el de la función escaparate, es decir, yo quiero enseñar algo y que la gente lo vea. Algo más reconocido como la publicación. La lógica de este proceso es simplemente “mostrar”. Y para enseñar ya nos traemos todos los componentes multimedia que hemos sido capaces de digitalizar.
Esta función es la que tuvo más despliegue en internet, desde el momento en el que la red se popularizó. Aún hoy, el mayor porcentaje de webs colgadas en internet solo hacen eso: publicar contenidos. Después han crecido como hongos los escaparates para ver vídeos (p.e. YouTube), para ver fotos (p.e. Flickr), para ver presentaciones (Slideshare), y muchas más.
Y si a esto que muestro en modo escaparate, le añado debajo algo de conversación, para que la gente pueda opinar sobre lo que se enseña y demás, pues eso, nos encontramos complementando la publicación con la comunicación, y si además hacemos un mix, de forma que a la vez que escribo algo puedo publicar una foto, incrustar un vídeo, mandarte a que veas algo a través de un enlace, y luego alguien contesta y también puede hacer estas acciones, y luego otro,... basta con elevar el grado de relación entre estos que se “hablan” haciéndolos “amigos” y ya tenemos ¡un muro de una red social!

Simplificaciones aparte, el entorno 2.0 nos aporta otra serie de procesos y avances muy significativos, y solo hemos pretendido trazar una línea troncal que permita diferenciar la mejora de la creatividad. Por lo que, en consideración a ello, si olvidamos alguna innovación importante que, perteneciendo a este ámbito, no pueda ser encuadrada en la lógica de los procesos mencionadas, que lo añada a continuación para tenerlo en consideración, y aprender en consecuencia.
En ningún caso se pretende minimizar el tremendo mérito y el gran avance que supone todas las mejoras que día a día nos llegan en este ámbito, para nada; ha sido un ejercicio de mera racionalización.

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